miércoles, 5 de agosto de 2009

La Emboscada

Ya habían caido tres de los seis que lo habían emboscado. Y el cuarto se abalanzaba en ese momento contra él, salpicando saliva y con el correr pesado propio de los orcos. Dejaba entrever los dientes sucios y desalineados, que sin duda utilizaría como arma en caso de ser necesario, mientras emitia un alarido que bien podria haber sido una consigna de batalla o una plegaria a sus dioses, pero quien entiende a un orco.

Recién había sacado la lanza del hombro del orco caido cuando de reojo vió como esta bestia se acercaba con intenciones de embestirlo, seguido de otro de paso mas lento. Tomó firme su lanza, y comenzó un ligero trote en contra de sus adversaros. El trote lo aceleró a medida que se acercaba, hasta convertirse en un correr. Apretó los dientes y fijo su mirada en el primero. El orco hizo lo mismo y se agacho ligeramente preparando la embestida con todo su cuerpo que facilmente duplicaba en anchura al caballero. La distancia se acortó rápidamente entre ambos, y momentos antes del choque contra la mole, el dragoon plantó fuertemente su pie izquierdo impulsandose lo suficiente para luego apoyar su otro pie sobre la cabeza de la sorprendida bestia, impulsandose nuevamente, ahora fijando su mirada en el orco que seguía al primero en su loca carrera.

El Dragoon se elevó alcanzando unos tres o cuatro metros de altura, y mientras se alzaba en el aire tomó con ambas manos su arma, procurandodejar la punta en dirección al suelo, donde un atonito orco contemplaba estupidamente la silueta que caia violenta y gracilmente sobre si, atrabezando su craneo.

Si bien, el golpe acerto de lleno, el aterrizaje del caballero no fue lo que esperaba. El orco era demasiado grande lo que no le dio espacio suficiente para caer en tierra firme, teniendo que apoyarse sobre el cuerpo muerto, pero aun en pie de la bestia. Sin poder conseguir un apoyo firme, rodo por el suelo, quedando su lanza incrustada en el cuerpo de su enemigo. Aun, en el suelo, magullado por la caida, una sonrisaq se esbozó en su rostro, sin embargo, ésta desapareció rápidamente al ver al orco que habia dejado atrás, girando y rugiendo aun más fuerte para enfrentarlo.

Presto se puso en pie, y corrió al cuerpo que tenia cautiva su lanza. La sujeto con fuerza y tiro de ella, sin embargo la punta habia quedado atrapada por un simil a armadura que portaba la bestia. Volvió a tirar con más fuerza pero no cedía, mientras el otro orco se acercaba rugiendo en un modo que se podria describir como una carcajada.

Ya se encontraba a pocos metros y el hacha de huesos danzaba en la mano del orco. El caballero seguía intentando sacar la lanza sin conseguir su objetivo, cada vez más desesperado. Se encontraba cansado, y las manos sudadas no le ayudaban en su faena, y veia la ira en los ojos de su adeversario. El orco ya estaba casi encima, y el hacha trazaba un arco en direccion a la desnuda cabeza del caballero, cuando una sombra azulina golpeo secamente el craneo de la bestia haciendola tambalear y fallar su golpe, justo a tiempo para que el caballero en un ultimo intento desprendiera su arma de la presa, haciendole caer de espaldas.

Tendido boca arriba, vió asu salvador. Eisenzhan debe de haber venido a una gran velocidad para haber desestabilizar a semejante orco, y esto quedaba patente al ver a su amigo metros más alla, tendido, inconciente en el suelo. Miró al orco, que tambien contemplaba al wyvern tendido de mala forma en el cesped, y que ahora giraba su cabeza y avanzaba lentamente con su hacha en mano, listo para una pelea.

El Dragoon lo comprendió, debia hacerle frente sin su amigo. Tomo su lanza y se incorporó. Adopto su posición de combate y espero por su adversario.

El orco lanzo su primer ataque, su porte era suficiente como para estar a una distancia prudente de la lanza del dragoon mientras intentaba asestar un golpe con su hacha. El caballero dio un paso hacia atras para dejar pasar el hachazo, e inmediatamente lanzó una estocada contra el cuerpo de la bestia. Para mala suerte de él, la lanza fue a dar contra un trozo de metal que llevabha colgando del cuello a modo de armadura, haciendo brotar nada más que chispas.

El orco reacciono rapidamente haciendo volver a su brazo con el arma, golpeando el costado del caballero con el pomo del hacha. Miles de agujas se hicieron sentir en el cuerpo del caballero mientras se contorcionaba, luchando por recomponerse rapidamente. El orco aprovechó esta situación para golpear fuertemente con su mano libre la cabeza de su oponente, lanzandole un par de metros, para luego abalanzarce sobre él. Desde el suelo, el Dragoon se defenfia con sus pies más que con su lanza tratando de apartar a la bestia lo suficiente como para poder ponerse en pie. El hacha golpeaba continuamente el suelo sin dar con su objetibo, sin embargo los pies del orco eran más precisos y en cuanto tenian una oportunidad golpeaban el cuerpo del caido.

No fue, si no hasta que en uno de los golpes de hacha, el orco se abalanzó con mas impetu, haciendole fallar y perder el equilibrio, lo que fue suficiente para que el caballero rodara lejos de su adversario y se pusiera en pie. Furioso de perder su ventaja el orco se se lanzó con el hacha en alto. El Dragoon midio el espacio entre ambos, giro hacia su izquierda dando la espalda al orco, mientras empujaba el asta de su lanza hacia la criatura.

No vió el golpe, pero sintió como su arma encontraba a su enemigo haciendole emitir un gutural sonido. Velozmente volvió a girar sobre su eje para quedar frente a la bestia ahora dolida para enterrar la punta de su arma en la viceras de monstruo. EL rugido del orco despertó a los pequeños animales que dormían a esa hora. Sacó su arma con un moviento rápido, salpicadose de una sangre negruzca, dejando que el cuerpo sin vida cayera a sus pies.

Se tomo cinco segundos para recuperar el aliento y la fuerzas perdidas por la refriega, y luego corrio en direccion de su amigo, quien le había salvado la vida una vez más.

Estaba en plena carrera, cuando sintio una punzada en su espalda. Giró su cabeza para ver de que se trataba, cuando otro sintió otro aun mas fuerte en su pantorril, haciendole caer de bruces. Abrió los ojos mientras se encontraba mareado, y volvió la mirada hacia atrás. La noche dió paso a una figura corpulenta y verdosa que traia un arco en su mano. Miró a su compañero y contemplo como una red caia sobre él mientras otras figuras corrian en su drección. Trató de incorporarse, pero su cuerpo se habia hecho más pesado. Trato que sus brazos mantuvieran su pecho levantado, pero sus musculos flaquearon y lo dejaron caer. Lucho contra sus parpados, mientras contemplaba como las brutas bestias golpeaban con mazos a la indefenza criatura. Los maldijo en su interior.

la visión comenzó a nublarse, y su mente comenzo a divagar e ir a mejores días, cuando conoció a su wyvern, cuando se dió cuenta de su coneccion, cuando... un fuerte golpe en la cabeza puso fin a las ensoñaciones, y unas risas guturales se escucharon a lo lejos.

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